Vibraciones inducidas por el metro

Vibraciones inducidas por el metro

Vibraciones inducidas por el metro

Cualquiera que haya estado alguna vez en Nueva York, se ha percatado de las enormes columnas de humo saliendo del sistema de alcantarillado en plena quinta avenida. El metro de Nueva York, compuesto por 24 líneas que conectan entre sí a los cinco distritos principales que forman la ciudad de Nueva York, podría ser una de las causas. Compuesto por 665 millas (1070 km) de vías, el metro de Nueva York sirve a un promedio de más de 1.700 millones de personas por año.

Sin embargo, ¿se ha preguntado alguna vez si el ajetreo diario de la vida en el metro afecta a quienes viven y trabajan en la superficie?

La urbanización y el crecimiento sostenido de las metrópolis más grandes del mundo sin duda han tenido un efecto sobre el medio ambiente, así como sobre la calidad de vida de las personas que viven en estas ciudades. En capitales mundiales como Tokio, Shanghái y Nueva York, el estruendo y las vibraciones del omnipresente metro subterráneo son una solución bienvenida para aliviar el tráfico aéreo, pero también una consecuencia inevitable.

Como se produce? 

Las vibraciones inducidas por el metro son causadas principalmente por la fricción y la presión que generan las ruedas de los trenes en movimiento a lo largo de las vías, influenciados evidentemente por la velocidad y el peso de cada vagón. La energía generada por tales vibraciones normalmente se transmite y se propaga a través de las diferentes capas del suelo, pero ¿estas vibraciones afectan los edificios y estructuras sobre el suelo, y tendrán efectos o consecuencias duraderas?

En primer lugar, no hay duda de que las vibraciones inducidas por el metro definitivamente afectan los edificios sobre el suelo. Dependiendo de la tipología de la construcción, laboratorio, vivienda, biblioteca, etc. Los criterios para evaluar la nocividad son distintos.

Lo que el equipo de Dynamis ha descubierto a lo largo de los años de trabajo en proyectos como estos es que la energía de vibración vertical es predominante en la vibración inducida por el metro, ya que las ondas inducidas por el metro son en su mayoría longitudinales. Por lo tanto, esta energía de vibración vertical se «transfiere» a los edificios, lo que hace que los edificios también vibren, y esta vibración a veces puede exceder el nivel de tolerancia requerido. En este sentido, el papel de Dynamis, especialista en dinámica estructural, es realizar mediciones y cálculos para garantizar que las vibraciones inducidas por el metro o cualquier otra máquina subterránea (túneles, vías del metro, etc.) tengan efectos mínimos en los edificios y estructuras superficiales.

Dado que el cambio climático es un problema muy real para todos en todo el mundo, el metro es una solución vital para reducir el tráfico y la contaminación. En Dynamis, estamos orgullosos de poder de alguna manera aportar nuestro know-how para convertir diseños o soluciones en realidades.

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